| Un país con futuro. Crisis, corrupción y pobreza: ¿cómo evitarlas? | |
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| Economía | |
| Autor: | Álvarez Betancourt, Opinio |
| Edición: | Universidad APEC. |
| Fecha: | 7/1/2005 12:00:00 AM. |
| ISBN: | 99934-812-4-2. |
| Citación: | Álvarez Betancourt, O. (2005). Un país con futuro. Crisis, corrupción y pobreza: ¿cómo evitarlas? Colección UNAPEC por un mundo mejor, Serie Conferencia, No. 1. Santo Domingo: Universidad APEC |
En los últimos sesenta años la economía dominicana ha registrado el crecimiento económico más alto de América Latina. Sin embargo, dicho crecimiento no se ha traducido en un equiparable desarrollo humano ni ha sido suficiente para evitar crisis financieras que han intensificado el atraso y la miseria de una considerable parte de la población. Solo en la más reciente, la del 2003-2004, y según estimaciones de Naciones Unidas a partir de cifras respaldadas por el Banco Mundial, se habrían generado alrededor de un millón trescientos mil nuevos pobres y más de seiscientas mil personas habrían caído en pobreza extrema. Es por eso que el autor, experto y experimentado economista que ha trabajado por muchos años en el sector bancario, hace hincapié en la necesidad de que se planteen correctamente los planes nacionales de combate a la pobreza, de modo que estos no sean políticas aisladas, sino que formen parte integral de la política económica del país. Y es que parte del fracaso dominicano en la superación decidida del bajo índice de desarrollo humano estribaría en el hecho de que los gobiernos suelen considerar como separadas la política social y la política económica, de suerte que el crecimiento económico y el desarrollo humano "rara vez se cruzan". Refiere el autor, asimismo, la necesidad de evitar la ocurrencia de nuevas crisis mediante una política económica que mantenga la estabilidad monetaria y un justo crecimiento económico que refluya en todos sus pobladores, así como mediante el cumplimiento eficaz, por parte del Estado, de las funciones de regulación y supervisión de los bancos. Para él es fundamental "lograr que la regulación y la supervisión refuercen la disciplina del mercado".
Opinio Álvarez Betancourt es Licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Realizó cursos de posgrado en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (en México), en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (en Costa Rica) y en la American University (en Estados Unidos). 26 años de su vida estuvo en el Banco Central, como director del Departamento Financiero, subgerente técnico financiero y vicegobernador. También se desempeñó como gerente general del Banco Nacional de la Vivienda. En el plano académico ha sido profesor de Teoría Monetaria, Moneda y Banca, Economía, Cooperación Económica Internacional y Desarrollo Económico, materias que ha desarrollado en la Universidad APEC, la UASD, la Universidad Dominicana O&M, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Para las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos ha sido profesor de Programación Monetaria. En esta universidad no solo ha impartido docencia, sino que además ha sido presidente del Comité Académico, y vicepresidente y presidente de la Junta de Directores, organismo que preside en la actualidad. Asimismo, ha sido miembro de los comités directivos de la Fundación APEC de Crédito Educativo (FUNDAPEC), de los Centros APEC de Educación a Distancia y de Promoción APEC (PROMAPEC), y ha presidido Acción Pro-Educación y Cultura (APEC) y el Consejo APEC de Pasados Presidentes. Ha publicado varios libros y trabajos vinculados a sus temas de especialidad, entre los que se encuentran: Moneda y banca, y Guía de estudio de moneda y banca. Entre los honores y premios recibidos con motivo de su fértil labor se encuentra el Premio Anual de Economía (1968), el Premio Anual de Jóvenes Sobresalientes de la República Dominicana (Jaycees 72, 1983), el reconocimiento como Egresado Destacado por parte de la UASD (1992) y el reconocimiento como Economista Destacado por parte del Colegio Dominicano de Economistas (1997). UNAPEC le otorgó el título de Profesor Emeritus el 1 de junio de 2005. El texto aquí presentado fue el discurso que pronunció en esa memorable ocasión.
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